Se puede mejorar la adaptación al encaje gracias a VGK-S?

Al valorar las distintas articulaciones de rodilla suele decirse que el óptimo ajuste del encaje es primordial. Si bien tal afirmación es cierta, parece asumir que no hay relación entre articulación de rodilla y la adaptación del encaje.

En este artículo se debate acerca de la relación entre articulación de rodilla y ajuste del encaje. Dicho de otro modo, una buena elección de rodilla puede mejorar el ajuste del encaje sin modificar la forma del encaje.

¿Como es posible afirmar la frase anterior?

Lo anterior se puede comprender al explicar cómo funciona un buen encaje.

Un buen encaje es en primer lugar una experiencia subjetiva más una realidad objetiva. Es el amputado quien va a decir si el encaje es bueno. Si el amputado dice que es doloroso y el médico dice que el ajuste es bueno dudamos seriamente que la forma sea buena. Si el médico dice que es un pésimo ajuste (por ejemplo existe acumulación de tejido cutáneo alrededor de las paredes del encaje), y el usuario dice que es confortable, puede ser un mal ajuste del encaje pero tendremos tendencia a darle la razón al amputado.

Distintos aspectos confluyen en la experiencia de “un buen encaje”.

• La presión de la piel es tolerable, tanto presiones directas como fuerzas que actúan en la marcha.
• La fricción entre el encaje es mínima para prevenir ampollas y formación de edemas.
• Los tejidos blandos subcutáneos apoyan suficientemente el peso en la forma del encaje de modo que la carne se encuentra sujeta con firmeza suficiente.
• Aunque los huesos queden de forma natural sueltos dentro del encaje, dicha soltura es minimizada mediante una buena forma y perfilado.
• El encaje se mueve bien con el resto del cuerpo mediante una buena suspensión del muñon.

Dado que existe una conexión mecánica entre el encaje y el esqueleto, una mayor o menor firmeza de los tejidos entre las paredes del encaje y sus bordes afectará la calidad de adaptación. Una piel más firme conducirá más fácilmente a un buen encaje.

A partir de un determinado exceso de morbidez o poca firmeza de los tejidos, una prótesis más pesada será más difícil de mover, de modo que los huesos deberán comprimir y descomprimir el muñó para conseguir el mismo movimiento. Una menor firmeza de los tejidos redundará en un peor ajuste al encaje.

El movimiento excesivo citado anteriormente puede conllevar pérdida de sujeción en el caso del encaje por succión dado que el aire puede entrar (perdiendo el vacío del encaje).

Por lo tanto el momento de inercia del pie y la rodilla tiene un impacto directo en el ajuste protésico. La reducción de tal inercia ayuda a mejorar el ajuste protésico respecto al nivel de referencia.

La VGK-S con su masa elevada reduce significativamente el segundo momento de inercia (la sensación de peso de la rodilla puede reducirse en un 25% respecto a urna rodilla de referencia con la misma masa). Por lo tanto disponemos del potencial para mejorar el ajuste protésico; de ahí se deduce que el centro elevado de masas es terapéuticamente beneficioso para la piel y tejidos del muñón.

La diferencia relativa en la ubicación del centro de masas de la articulación de rodilla (REF) y el punto de rotación R; respecto a la ubicación de la misma masa es de un ratio aproximado de 2 a 1

 

Un buen cálculo por parte de los ingenieros va a predecir que la sensación de peso de la VGK-S respecto al mismo peso ubicado en REF será un 25%. Lo anterior va a reducir el movimiento excesivo de huesos y tejidos para un muñon corto, contribuyendo a una sensación de confort mejorado y por lo tanto mejor ajuste del encaje, lo cual es al fin y al cabo una experiencia subjetiva.